jueves, 17 de octubre de 2013

Consecuencias de entrar al baño de chicos siendo chica

He decidido escribir esto porque me pasó el otro día y he recordado otra situación muy cómica en la que tuve que hacerlo. Y es que todas (y recalco TODAS) nos hemos visto obligadas alguna vez a hacerlo... a mear en el baño de los chicos cuando sucede una de estas cosas:


  1. No puedes más y hay una cola infinita en el baño de chicas.
  2. El baño de chicas está cerrado.
  3. No encuentras el baño de chicas.
  4. Una apuesta.
  5. Vas tan ebria que te confundes.


El otro día me pasó el caso número 2 y es el que voy a contaros primero. La anécdota no es especialmente llamativa ni curiosa, pero mejor dejar la otra para el final. Resulta que estaba en un polideportivo, habían quedado unos amigos para jugar al fútbol y yo había asistido de "cheerleader". Antes de que empezara el partido, decidí ir al baño. Menos mal que no fui sola (el tema de porqué la mujeres siempre vamos acompañadas lo dejaré para otro momento). Ninguno de los baños y vestuarios de chicas estaba abierto. Por tanto, pasé al de chicos. Sólo uno abierto. Bueno, no pasa nada, que se quede mi amiga fuera mientras tanto y que no deje entrar a nadie. Cuando entré vi que la puerta del aseo que es cerrado (en el de pared no lo iba a intentar) era invisible. Vamos, que no había puerta. Mi cara fue esta: ¬¬ ¡Hombres! Pues nada, le tocó pasar a la pobre y cerrar desde dentro la puerta principal del vestuario. porque claro, estaba bastante a la vista... Papel no había, obviamente, pero eso ni en el de chicas.

Y esto es todo del otro día. Pasemos a la otra anécdota, que se corresponde con el número 1. Eran fiestas en un pueblo cercano al mío y estábamos en la discoteca unas cuantas amigas. Dos de nosotras necesitabamos URGENTEMENTE ir al servicio y cuan grande fue nuestra sorpresa cuando vimos la cola en el de chicas. Bueno, realmente no fue una sorpresa, es algo normal. Pues bien, el de chicos estaba vacío, así que pensamos en entrar primero una, que la otra esperase fuera para que no entrase nadie, y que luego entrase la otra. La primera en entrar (y adelanto ya que la única) fui yo. Mi amiga se quedó fuera con la intención de que si venía algún chico, avisarles de que estaba yo dentro, para que no se asustasen cuando saliese. Pues bien, yo estaba ahí como podía haciendo los equilibrismos pertinentes de los aseos públicos, cuando oí voces de chicos. ¡Mierda! ¿Y mi amiga? Bueno, tranquila, con suerte acaban rápido, se van y no te ven. Pues no acabaron rápido. Empecé a oir chorradas en plan "el colega de ahí dentro se ha caído por la taza" y cosas así, cuando me decidí a salir. La cara de los chicos fue "oh! si es un chica!", yo ya me había armado de valor (ese taaaaan curioso que te dan las fiestas) y dije: "Sí, ¿qué pasa? No me aguantaba más" Ya fuera del baño, uno de los chicos (que seguía usando el meadero de pared) dijo: "Sí has hecho muy bien, y total, no se nos ve nada, jajajaja". Seguimos con la coña un ratito, yo entre vergüenza y valentía, mientras esperábamos la cola del aseo de chicas hasta que entrase mi amiga. No sé porqué no se fiaba de mí después de eso...

¿Os ha pasado alguna vez algo de esto, chicas? ¡Compartid anécdotas!



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